¿Qué es un Trauma?

Para definir qué es un trauma vamos a tener que aclarar que existen dos tipos de trauma. Por un lado tenemos el trauma físico, que es aquél que consiste en la respuesta de nuestro cuerpo ante una amenaza exterior. Por otro lado está el trauma psíquico o mental, que es el que está formado por las respuestas psíquicas y psicológicas como pueden ser los pensamientos negativos o el miedo a algo concreto. 

Los traumas generan un estado de ansiedad que si no es tratado de la forma correcta puede ir agravándose hasta el punto de modificar por completo la vida de una persona. Aunque es más común que los traumas se produzcan durante la niñez o la adolescencia, cualquier persona puede quedar traumatizada al verse expuesta ante determinadas situaciones violentas o al ver a un ser querido o a terceras personas en dichas circunstancias.

Vive sin ansiedad

Cuando una persona vive una situación traumática debe recibir ayuda inmediatamente, a ser posible en el lugar de los hechos. En ocasiones, esta ayuda debe continuar hasta que el individuo supere lo ocurrido, de lo contrario podríamos encontrarnos con un trastorno por estrés postraumático.

¿Cómo ayudar a estas personas? Es importante no forzar a nadie a que hablen de lo ocurrido, cuando ellos estén listos lo harán por si mismos. En el momento en que la persona empiece a contar lo vivido y cómo se siente al respecto es fundamental escucharla, no preguntar detalles y evitar frases de tipo “todo saldrá bien“, “al menos tuviste suerte, otros no lo contarán“, “deberían haber actuado de otra forma“,…. Tampoco deberemos prometer cosas que no estamos seguros que vamos a poder cumplir.

Si estamos ante un niño que ha vivido una experiencia que le ha causado un trauma, sabremos que necesita ayuda profesional porque se negará a ir a aquellos lugares que le recuerden lo ocurrido y a su vez da la sensación de que no sienten nada desde el punto de vista emocional, es decir, los veremos impasibles ante todo. Además, no demostrarán exteriormente lo que sienten con respecto a esa experiencia y en ciertos momentos observaremos comportamientos peligrosos que cuentan con una alta probabilidad de que terminen haciéndose daño.

¿Cómo se puede ayudar a esos niños? Además de seguir llevándolo a que lo trate un especialista del sector, su entorno más cercano también puede hacer mucho para que los niños se recuperen más rápidamente. Lo principal es escucharlos y aceptar lo que sienten con respecto a la situación traumática para así ayudarlos a enfrentarse a lo ocurrido. Por otra parte es importante evitar cualquier acto que pueda aumentar sus niveles de estrés y ansiedad, ya que de lo contrario solamente conseguiremos empeorar el estado del niño. El hecho de prestar atención al niño, recordarle que le queremos y le apoyamos hará que se sienta mejor y más relajado.

Para terminar destacaremos que el apoyo de los padres y los seres queridos es muy importante, sobre todo en el caso de los niños, aunque lo mismo podemos decir para los adultos.

Beatriz Wandosell

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