Ataques de Pánico, Ataques de Ansiedad

Ataques de ansiedad o ataques de pánico parecen cada vez más frecuentes en el mundo moderno. Sin embargo, probablemente son tan antiguos como el ser humano, ya que en realidad un ataque de pánico es la forma que tiene el cuerpo de detectar y prepararse para huir o luchar ante un peligro inminente (fight or flight).

Una vez que comprendamos que no nos vamos a morir de un ataque de pánico, que es una reacción perfectamente normal ante la percepción por parte de nuestro cerebro de un posible peligro ya estamos a medio camino de curar nuestros ataques (en el mejor de los casos) o, al menos, convivir con ellos.
Vive sin ansiedad
Hay que procurar idenfiticar las situaciones que nos produzcan ansiedad y luego "re-educar" nuestro cerebro para que comprenda que en realidad estas situaciones no son peligrosas y que no es necesario que nuestro organismo se ponga en "alerta roja" cuando se produzcan.

No obstante, si crees que sufres ataques de pánico, recomendamos que acudes a un experto para comprobar su diagnóstico y recibir tratamiento.

Con un tratamiento adecuado es posible curar los ataques de pánico, perder el miedo ante momentos de ansiedad y volver a llevar una vida normal.

¿Qué es un ataque de pánico y por qué sufren algunas personas ataques y otras no?

Las circunstancias de cada persona influyen en si sufre o no ataques repetidos de pánico. Entre las posibles causes, los expertos citan una situación de estrés además de una posible predisposición genética (las personas con familiares que sufren trastornos de ansiedad tiene mayor posibilidad) o de genero (las mujeres tienen mayor probabilidad que los hombres).

Para definir un ataque de pánico hay que verlo en su contexto biológico, lo que también ayuda a muchas personas a desmitificar las síntomas y comprender qué nos está pasando.

Un ataque de pánico es la preparación de su cuerpo para afrontarse a una situación de extremo peligro. Hace miles de años un ataque de pánico era una reacción muy útil. Los seres humanos no tenían dientes afilados y tampoco agarros, así que tenía que reaccionar de forma muy rápida ante una amenaza. Tenía dos opciones: correr o luchar. Un ataque de pánico era una respuesta biológica para ambas opciones en un momento en que no había tiempo para pensar. El cerebro percebía un peligro e inmediatamente se ponía en marcha para facilitar la capacidad de respuesta.
Todos los síntomas de un ataque de pánico tienen su razón de ser si se considera el problema dentro del contexto de la historia de la humanidad.

El cuerpo cambia sus prioridades desde la supervivencia a largo plazo a la supervivencia a corto plazo, generando nuevas hormonas como la adrenalina, aumentando la presión sanguínea y aumentando la velocidad de respiración para poder lograr un esfuerzo muscular mayor.
Las piernas y las manos tiemblan porque los músculos más grandes de las piernas se están preparando para correr, y los de los brazos para luchar. Las manos y pies sudan, para mejorar su capacidad de agarrarse a las cosas.
El flujo sanguíneo se va desde el estómago hasta los grupos musculares más importantes donde será utilizado en caso de emergencia. Por eso personas que expermientan ansiedad con frecuencia, también sufren a menudo problemas digestivos.

Las pupilas de los ojos pueden dilatar durante un ataque de pánico. Esto permite recopilar más información sobre la situación. Muchas personas tienen ganas de vomitar o hacer diarrea. Esto también se puede ver desde una perspectiva de supervivencia - al vomitar o defecar no sólo se pesa menos y se puede correr más, sino que resulta menos apetitosa ante una amenaza carnívora.

Si logramos ver un ataque de pánico en este contexto, todos los síntomas resultan menos amenazantes.

No son agradables, tampoco útiles dentro de nuestro mundo moderno, pero si tienen una explicación histórica, asustan menos.

Y si nos asustan menos, ya hemos avanzado un pasito hacia la curación. 

Síntomas de un ataque de pánico

Las síntomas de ataques de pánico son tan desagradables que muchas personas que sufren un ataque por primera vez están convencidos de que están sufriendo un ataque de corazón y se van a morir.

Luego tienen miedo de volver a sufrir un ataque, miedo que a su vez incrementa su ansiedad y le hace más vulnerable ante la posibilidad de más ataques, entrando un un círculo vicioso difícil de romper. Para empezar a romper el ciclo, tenemos que intentar comprender qué son los ataques de pánico y perder nuestro miedo

Esta es una lista de las síntomas más frecuentes de un ataque de pánico:
  • Sensación de mareo 
  • Sequedad de boca 
  • Sudores en las manos, pies, axilar... 
  • Sensación de temblor 
  • Sensación de taquicardia 
  • Sensación de ahogo 
  • Sensación de mucho frío o mucho calor
  • Dolor en el pecho 
  • Sensación de falta de oxígeno, le cuesta respirar
  • Sensación de que se está volviendo loco 
  • Dolor de barriga y/o cabeza 
  • Ganas de vomitar (algunas personas llegan a vomitar) 
  • Ganas de hacer diarrea
  • Sensación de miedo, angustia, pánico y terror ante lo que le está ocurriendo 
  • Tremendo cansancio después del ataque 
  • Llanto

Vive sin ansiedad

No hay comentarios:

Publicar un comentario