Dentro de los síntomas de la ansiedad más comunes podemos encontrar los mareos, las náuseas, las palpitaciones y taquicardias, la sudoración excesiva, los temblores de las articulaciones, y también la sensación de irrealidad.
Las personas que tienen esta sensación de irrealidad pueden llegar a pensar incluso que se están volviendo locas y que van a perder el control de su cuerpo. Evidentemente, esta sensación es muy desagradable para quien la sufre, por eso creo necesario hablar de ella para saber reconocerla y conocer algunas técnicas para controlarla e incluso evitarla cuando comienza a producirse.
Las personas que tienen esta sensación de irrealidad pueden llegar a pensar incluso que se están volviendo locas y que van a perder el control de su cuerpo. Evidentemente, esta sensación es muy desagradable para quien la sufre, por eso creo necesario hablar de ella para saber reconocerla y conocer algunas técnicas para controlarla e incluso evitarla cuando comienza a producirse.
Podemos definir la sensación de irrealidad como una alteración de la percepción de lo que nos rodea que provoca que nos parezca que el mundo es irreal o cuanto menos, extraño. Esta sensación no es exclusiva de los trastorno de ansiedad, también podemos encontrarla en individuos con otros tipos de trastornos neurológicos como por ejemplo la epilepsia. También puede deberse a los efectos secundarios de algún medicamento que estemos tomando e incluso puede deberse a la falta de sueño y descanso.
Para entender como se siente una persona que está padeciendo un episodio de irrealidad tenemos que pensar que ese individuo ve todo lo que hay a su alrededor como si no fuera real y se encontrase dentro de una película, por ejemplo, es frecuente que los objetos se vean en dos dimensiones en lugar de tres, que se vean con un tamaño que no es el real o que no se vean como algo sólido. También es frecuente que la persona sienta que está viendo el mundo a través de un vidrio, como si fuera un simple espectador.
Desde el punto de vista fisiológico, la sensación de irrealidad cuando se padece ansiedad tiene una clara explicación. Sabemos que los trastornos de ansiedad provocan alteraciones en el sistema nervioso y en ciertas hormonas como la serotonina y la norepinefrina. Dentro de estas alteraciones podemos encontrar un cierto retraso en el procesamiento de la información que nuestro organismo obtiene del exterior. Este retraso es el que provoca la sensación de irrealidad.
La sensación de irrealidad suele aparecer y desaparecer de golpe y puede generar un ataque de pánico en la persona al creer que está perdiendo el control. Normalmente no suele durar mucho tiempo, pero en los casos más graves hemos visto que esta sensación ha durado días, semanas, incluso meses, provocando una terrible sensación de angustia y ansiedad en el individuo. Para evitar que la situación empeore lo más recomendable es acudir a un especialista del sector cuanto antes.
Cuando sintamos que empezamos a perder el control y que todo a nuestro alrededor se va tornando irreal, hay que intentar no perder los nervios. Una buena técnica que ayuda a reducir los síntomas de la ansiedad y a sentir que tenemos el control de nuestro cuerpo es realizar ejercicios de respiración y relajación en cuanto notamos el comienzo de alguno de los síntomas. Estos ejercicios son muy fáciles de aprender y muy valiosos.
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