Ataques de ansiedad o ataques de pánico parecen cada vez más frecuentes en el mundo moderno. Sin embargo, probablemente son tan antiguos como el ser humano, ya que en realidad un ataque de pánico es la forma que tiene el cuerpo de detectar y prepararse para huir o luchar ante un peligro inminente (fight or flight).
Una vez que comprendamos que no nos vamos a morir de un ataque de pánico, que es una reacción perfectamente normal ante la percepción por parte de nuestro cerebro de un posible peligro ya estamos a medio camino de curar nuestros ataques (en el mejor de los casos) o, al menos, convivir con ellos.
Una vez que comprendamos que no nos vamos a morir de un ataque de pánico, que es una reacción perfectamente normal ante la percepción por parte de nuestro cerebro de un posible peligro ya estamos a medio camino de curar nuestros ataques (en el mejor de los casos) o, al menos, convivir con ellos.