La ansiedad por el abuso de las redes sociales

¿Miras tu teléfono celular sin parar solamente para ver qué pasa en las redes sociales? En mayor o menor medida, los usuario de redes como Facebook, Twitter, o Instagram pueden llegar a sufrir algo conocido como "FOMO".

FOMO” son las siglas en inglés de fear of missing out, que se traduce como “miedo a perderse algo”. La expresión se acredita a un tipo de ansiedad surgida con la popularización de teléfono móvil con acceso a internet y las redes sociales, y la necesidad compulsiva de estar conectados todo el tiempo.

No es otra cosa que la forma moderna de un miedo social a la exclusión, presente ya previamente en varias instancias de la vida diaria que no estaban ligadas a lo digital. La condición se presenta mayormente en jóvenes menores de 30 años y la inmediatez de las RRSS ha hecho de que el problema sea aún más latente que en otras épocas.


Vive sin ansiedad
FOMO se asocia frecuentemente con la percepción de un bajo nivel social, lo que causa sensaciones de ansiedad e inferioridad. Los especialistas sugieren que dicha ansiedad puede llegar a tener impacto en la salud mental de las personas, e incluso derivar en depresión. Algunos estudios recientes sugieren que las personas que experimentan FOMO están más dispuestas a considerar que las redes sociales son parte integral de su desarrollo social, según cita el sitio de la revista especializada en mercadotecnia digital Puro Marketing.

El miedo a perderse algo, una posible distorsión cognitiva

Según un estudio de la firma internacional de publicidad JWT, 3 de cada 10 personas entre 13 y 34 años han experimentado sensaciones de ansiedad relacionadas al FOMO, presentes en mayores niveles cuando ven en las redes sociales que sus amigos están realizando actividades a las que no han sido invitados.

De pronto, para una parte importante de los usuario de redes sociales, quedarse un sábado por la noche en casa puede ser motivo de ansiedad. Algunos especialistas afirman que el miedo a perderse algo puede ser un tipo de distorsión cognitiva, lo que conlleva pensamientos irracionales, como percibir odio desde los contactos de Facebook, o creer que se está siendo excluido de un grupo social específico.

Cómo reducir el riesgo de caer en el FOMO

No necesariamente hay que ser adicto al internet para padecer la ansiedad por exclusión digital. Los especialistas recomiendan, entre otras prácticas, dosificar la cantidad de horas diarias dedicadas a las redes sociales, aprovecharlas para enriquecer la vida personal pasando a la acción (hacer cosas en vez de verlas de los amigos de Facebook, por ejemplo), mejorar la interacción real con otras personas y no en el plano digital, y planificar el ocio realizando otras actividades que no impliquen redes sociales.

Vive sin ansiedad

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